viernes, 8 de abril de 2011

Que abran las puertas.

Se abre el telón y aparece... la retroalimentación.
A veces pienso que en Telecinco tienen las puertas cerradas y que nadie puede entrar y, lo que es peor, tampoco salir. "¿Y los que entran en los realities?" podrás preguntarte. Ah, querido lector... esos o vivían en clandestinidad dentro del edificio de Telecinco o bien saltan las vallas para entrar, desesperados por el paro del exterior. Una vez dentro nunca salen.
Tras salir de su reality (pongamos Gran Hermano), visitan Sálvame, La Noria... y el resto del corazón de la cadena. Discuten con otros exconcursantes (o exexconcursantes, que tambien los hay) y puede que entren en un bucle infinito de programas del corazón. A veces te meten en otro reality, en el que conoces a tu pareja, pero se va a una isla desierta, al volver rompeis y volveis a entrar en un bucle rosa hasta que crean un nuevo reality a tu medida.
Y es que Telecinco se crea sus propios contenidos y sino se los inventa, que tampoco pasa nada... Pero no se si saben que esto de la retroalimentación también lo hacen los animales cuando se comen su propia mierda. Ahora mismo no se encontrar ninguna diferencia. Quizá lo de animales... pero no quiero decir nada sin estar seguro.
Lo que me da miedo es que cualquier día veremos a estas personas alimentando a los únicos programas de la cadena que todavía no han llegado: los informativos.

1 comentario:

Unknown dijo...

El problema yace en que todos nosotros hemos dado audiencia a cualquiera de estos programas alguna vez en la vida. Y desgraciadamente hoy en día las televisiones basan su programación en audiencias y beneficios y se le sigue dando muchísima audiencia a Telecino. No sé decir el porqué, peró podríamos empezar en que estamos en un país tradicionalmente cotilla...